Desde el Cono Sur y con la tradición poética chilena arraigada en las venas, el joven Fernando Etcheverry irrumpe el panorama de la nueva lírica latinoamericana con este su primer poemario, Luego de las voces, como una apuesta de las emociones en un mundo donde cada vez son menos las ganas de sentir.
Es así, como Etcheverry, en menos de setenta páginas, logra introducirnos en ese mundo lírico que ha creado más allá de las voces, más allá de los fonemas; más bien, un mundo que, a través de los sentidos y los sentires, vislumbra un paisaje de lo más sincero que tiene el hombre como especie: sus emociones.
“Vivo en una extraña utopía que provoca tu imagen en mi mente. Sólo cuando te contemplo en silencio puedo oír al mundo”.
Javier Gutiérrez Lozano